Odio las guerras. Todas. No tiene sentido imponer por la fuerza una ideología ni ninguna otra cosa.
He encontrado unos vídeos sobre animales dando la bienvenida a sus dueños tras unos meses en la guerra de Irak.
Y he derramado millones de lágrimas viendo a estos niños siendo sorprendidos en sus colegios por sus padres al volver de la guerra.
Nada merece que un niño tenga que decirle a su padre "te he echado de menos" (I miss you, daddy".
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