Una mañana te levantas y piensas que será un día normal, pero no. Te llaman por la tarde al teléfono. Una vieja amiga de la que hace casi dos años que no sabes prácticamente nada. Te dice que por qué no quedáis. Tú aceptas. Te deja plantado una hora. Pero el destino es caprichoso y decide que debéis encontraros una hora más tarde. Tú te lo tomas a bromas de la rueda fortuna y decides pasar una noche agradable. Poco a poco pasa a ser una noche genial, luego a ser una noche de ensueño y por último un sueño del que no me he despertado en muchos años.
He cambiado mucho. Acabé la carrera. Empecé un blog. Curro en lo que siempre quise. Tengo más barriga. Tengo menos pelos (que han cambiado de color y longitud -varias veces-) ... Y, sin embargo, no tengo muy claro cuándo han ido ocurriendo todos estos cambios. Sólo sé que este fue el comienzo.
martes, 5 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario